Sucede en ocasiones que algo que crees ser una decisión muy tonta te lleva a vivir cosas extraordinarias, experiencias tras las que sientes que ya no serás la misma persona nunca más. Al ver una mañana en el autobús un anuncio de empleo, decides responder y al cabo de unos meses te encuentras rodeado por el desierto o la selva, en un remoto lugar. Recordando que se te ha terminado la mayonesa, te paras un día en una pequeña tienda y te encuentras con esa persona que hace tiempo quieres ver pero con la que nunca coincides, y con la que pasas unos de esos días inolvidables y maravillosos. Tomándote un día cualquiera una cervecita al sol, te topas al volverte con un viejo amigo que hace años no ves, y al que echas mucho de menos.
A veces, una cosa tan simple como un paquete de Cheetos puede cambiarnos la vida.
¿Estáis preparados para nuevas emociones? Sujetaos fuerte...
domingo, 5 de abril de 2009
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